enBABIA. Revista digital. Fuerteventura.: Historia de enBABIA

Historia de enBABIA

Si hay algo que me gusta de haber elegido este nombre, es la curiosidad que da el pensar en términos geográficos: una revista que contiene el nombre de un pueblo de León (España) hecha en Fuerteventura (¿España?) y dirigida por un argentino al que a su vez le siguen gentes venidos de otras tierras.

Capítulo Uno: 
¿Existe BABIA?



Babia es un pueblo que existe realmente, en la provincia de León, en España. Lo digo porque a veces creemos que ciertos dichos o frases son creadas así, sin más, como si Babia fuera una invención. De hecho, haz la prueba, en el diccionario Larousse no existe referencia alguna sobre este pueblo. Tienes que buscarlo en una biblioteca o en internet (recomiendo esta http://www.infobabia.com/)

Foto extraída del blog Alto Sil
Una leyenda cercana a este dicho popular es la de los reyes de León que tenían en ese poblado un castillo (o varios) al cual recurrían cuando querían desconectar del mundanal ruido de la realeza. Desaparecía unos días el rey, a veces unos meses, y cuando alguien preguntaba dónde estaba, la respuesta era “está en BABIA”.

Foto extraída del blog Viavicentius
Todavía no he visitado Babia, la verdad. Y me dá que vamos a organizar un viaje con todo el equipo de redacción hasta allí porque a juzgar por las fotografías y por lo que nos cuenta FuMaMAo en su web de viajes, Estás en BaBia, es imperdonable ponerle el nombre a tu revista y no conocer este sitio.

Además, y casi en coincidencia con Fuerteventura, Babia es reserva de la biosfera y también ahí hay problemas de conveniencias y degradación del paisaje, según vemos en Los rugidos del León.

Capítulo dos: 
¿De dónde viene el nombre a la revista?

El nombre de enBABIA (así, todo junto, que es para reventar ortográficamente a los amigos de la “N con la V” y de la “M con la B”) viene de la expresión “estar en Babia”.

Estar en Babia no significa estar perdido, ni distraído, más bien es estar pensando en otra cosa. Pensar no significa tener la mente en blanco, o por lo menos para mí no lo es.

Personalmente venía escuchando esta frase en mi Buenos Aires natal en boca de familiares y vecinos que me lo decían a menudo o se lo decían a otros que, como yo, se sumergían en ese letargo maravilloso de pensamiento puro.

Cuando me vine a España, exactamente a esta isla de Fuerteventura (África, para muchos), descubrí que aquella frase también tenía mucho peso. ¡Claro, es que de aquí había salido esa frase y había viajado por todo el mundo hispano!

Caminando una tarde por la calle León y Castillo, aquí en Puerto del Rosario, absorto en mis circunstancias buscando trabajo, sin mucho dinero, solo, con mi hijo, con mi ex mujer gritándome que todo lo paga ella, con mis dibujitos, con mis guiones de cortometrajes, con mis novelas escritas sin final, mis borracheras absurdas, de repente aparecí en BABIA.

Era el año 2007 (el peor año de mi vida). Llamé a José (el chicha), a Sara y más tarde a José A. Fajardo para ponerlos en situación: vamos a hacer una revista que se llamará “enBABIA”. Publicaremos todo lo que se nos antoje y haremos un folio (una sola hoja, si. Sin publicidad) en donde repartiremos toda nuestra locura. Como ellos también estaban locos, pues aceptaron.

Por esa época solo existían la revista “Ocio y cultura, todo incluido”, “Dime Fuerteventura”, y empezaban a aparecer “Spirit of Fuerteventura” y ”Pocket”. Todas, a mi entender, haciendo un trabajo importante de publicación y abriendo un camino a nuevos lectores, pero que no se lucía al estar a la sombra del “negocio” de la publicidad (¡Por dios! Si es que estábamos en el boom inmobiliario y aquellas revistas solo tenían anuncios de apartamentos!) o al servicio de lo maravillosa que es la isla (que lo es) y sus playas, y sus montañas y sus quesos y su turismo. Pero falta más, aún hoy.

Sara dibujó, a petición nuestra, una rana con los ojos bien remarcados en negro haciendo una B (de Babia, por supuesto), con una lengua que sería nuestra manera de decir que hablamos de lo que se nos antoja, y agregó una ceja levantada que le daba un aire de irónico y crítico. Preguntados por qué diablos era una rana nuestra “mascota e insignia” respondemos claramente, y en alusión a Fuerteventura: “Puede uno decir que no existen ranas en Fuerteventura porque no llueve muy seguido, pero no por eso no existen. Las hay, están ahí. Nosotros somos como esas ranas”. Si a eso le agregamos que vivimos “en BABIA” la cosa va cuadrando perfectamente.

Capítulo Tres: ¿Y qué demonios quieren?

Aquella vez duramos sacando enBABIA solo 5 números en papel y empezábamos tímidamente a publicar cosas en el blog. Quien les escribe no tenía ni siquiera ordenador propio ni internet en casa como para poner las cosas más fáciles.

En 2008 enBABIA se dejó de imprimir por razones económicas, claro. No teníamos grandes tiradas –hacíamos 100 ejemplares de cada número, fíjate tú- y los dejábamos por ahí, donde nos dejaran poner aquello. Pero llegó un momento en el que no podíamos hacer ni eso. Sara y Fajardo tuvieron que alejarse por razones de estudios, asi que nos quedamos aquí con el Jose haciendo de enBABIA un sentimiento.
Ahí descubrimos que no teníamos porque detenernos, y asociamos a nuestra ilustre rana a otros proyectos, como fue en 2009 traer a bandas de todo tipo y clase a Fuerteventura, estrictamente al pub La tierra. Junto con Judith y Pino, emparentados con la Asociación Cultural Doramas Majorero, regentamos el local hasta mediados del 2010. Cuando aquella grata (pero infructuosa, en términos económicos) experiencia terminó, aprendimos una lección, y desahogados un poco de la infame necesidad de trabajar para otros, emprendimos enBABIA nuevamente en su formato papel (otra vez un folio y otra vez saliendo de nuestros bolsillos) y agrandamos la página web.

Hoy estamos con un equipo renovado y activo de amigos. Somos más que aquella vez de 2007. Cómo verán dejamos entrar a Laura, a Libertad, a Gustavo, a Judith, a Nicolás, a María Sanz, a José Ferrería, y a mucha gente que se nos une por simpatía.
Epílogo.

Haciendo un trabajo que nos gusta y sin apretarnos por los tiránicos tiempos que corren. Vivir en BABIA es lo mejor que me pudo pasar y si algún día ves que no estamos publicando… 
¡Déjanos en paz! El silencio también es acción y no significa que hayamos dejado de existir. 
Seguimos croando-creando.

Álvaro M. Sánchez, Febrero de 2011.

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